¿Actuar? ¡Já! Eso lo puede hacer cualquiera... ¿Ser actor? ¡Amigo! ¡Eso es otra cosa!
Ya desde Grecia e incluso antes grandes mentes dejaban huella en la historia de este mundo. Tras el oscuro periodo medieval (y digo oscuro teatralmente hablando, pues poca información dramática se tiene) llegó el Renacimiento, donde España abarcaría el gran siglo de oro. Y ahí estuvo, entre otros, Calderón de la Barca que, como Shakespeare, dejaron clara su visión del mundo: El mundo, en definitiva, es un gran teatro.
Si os fijáis, ya de pequeños, como dice Declan Donellan, asistimos a nuestra primera representación cuando nuestra madre o padre nos hace el "ahora me ves, ahora no me ves" con una almohada. "El bebé gorjea aprendiendo que éste, el más trágico de los sucesos, la separación de la madre, puede prepararse y afrontarse desde la comicidad, con teatralidad. El bebé aprende a reír ante una separación potencialmente aterradora porque, en esta ocasión, no será real. Después de un tiempo, el niño aprenderá a ser el actor, con los padres como público, surgiendo desde detrás del sofá para darles un susto."
En otras palabras, el bebé observa, copia y representa. Crea su propio camino tejiendo su propia identidad, un proceso de socialización que le llevará a comportarse de determinadas formas.
Pero esto no solo le pasa al bebé. También al hermano adolescente, al padre, la madre, el tío, la abuela... Nos pasa durante toda la vida. No es necesario que nos enseñen a actuar, más que nada porque ya desde pequeños hemos aprendido a hacerlo según la situación nos convenga. Actuar es un reflejo, un mecanismo para el desarrollo y la supervivencia. Actuamos continuamente. Pero entonces, si la actuación es un reflejo natural, ¿por qué se estudia y se entrena?
Desde que estoy en la escuela de Arte Dramático mi profesor de interpretación no hace más que repetirnos: "No quiero que penséis como el alumno, el actor o el personaje (de momento). Pensad como personas. Pensad en cómo reaccionaríais si en vuestra vida real os pasara lo que le está pasando al personaje."
Y eso es muy difícil. No es lo mismo actuar inconscientemente (como nos pasa continuamente) que actuar conscientemente. La cosa cambia. El cuerpo trata de mostrar cosas que no son necesarias. En vez de trabajar inconscientemente desde lo más simple trabajamos conscientemente desde lo más complejo y, como he dicho, sacamos a relucir comportamientos, emociones, conductas, etc. convertidos en clichés completamente pensados, exagerados, innecesarios...
En conclusión, actuamos de forma poco creíble.
Está claro que el trabajo del actor no se resume a eso sino que abarca millones de campos. Todo depende del tipo de teatro que quieras trabajar. Mi actualización de hoy se acercaría probablemente a técnicas más realistas, Stanislavski. ¿Pero y si trabajamos un teatro más gestual? Quizá en vez de Stanislavsky tendríamos que conocer más a Grotowski.
Aquí se va abriendo más el infinito abanico del que dispone el actor. Pero para conocerlo aún me quedan casi 4 largos años por delante.
Sergio
Arte y Vida
martes, 30 de noviembre de 2010
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Arte es, entre otras cosas, arte.
Quizá quiera empezar abarcando un concepto muy grande, que lo es. Pero creo que es una buena forma de introducir todo lo que pienso a cerca de esta palabra.
Creo que no se puede entender el "arte" como un concepto plano, del ya, del ahora. Porque, como el resto de cosas, el arte ha ido evolucionando durante más de veinte siglos y no siempre se ha concebido de la misma forma (hablamos de un punto de vista “expectativo”). Ni lo sé ni procede hablar de como el arte se ha ido concibiendo a lo largo de la existencia del ser humano porque tendría que crear un blog de historia para ello, así que me basaré en el arte a partir del siglo XX, el arte actual, nuestro arte.
Lo que está claro es que, al fin y al cabo, arte es todo lo que yo conciba como tal aunque otra persona no lo haga. De esta forma, ya existe.
Partiendo de aquí, sería lógico pensar que una obra de arte contemplada por cien personas tendrá cien puntos de vista diferentes, pues cada uno concibe el resultado de un proyecto artístico de una forma diferente. El problema es cuando entra en juego el concepto de belleza. Porque, generalmente (aunque ahora menos), me atrevería a decir que el 90% de la sociedad asemeja el arte a la belleza. Así, una obra de arte “fea” vista por cien personas daría lugar, como resultado prácticamente general, a noventa espectadores que dirían: desastre.
Esto es algo penoso cuando en pleno siglo XX la mayoría de las diferentes disciplinas artísticas han intentado luchar para romper esa convención. El arte del siglo XX no tiene como objetivo una obra artística en armonía, proporción, etc. El arte, ahora, va más allá. Mucho más allá. No se ancla en reproducir algo agradable para el público, se ancla en reproducir simplemente algo. Un algo que tiene que llegar al público. ¿Alegría? ¿Tristeza?¿Asco? ¿Decepción? ¿Fealdad? ¿Belleza? ¿…? En definitiva, un algo que conmueva. Si en una obra de arte no hay algo que conmueve al espectador, nadie la concebirá como tal y, por tanto, no existirá.
En mi próxima actualización intentaré contar una “anécdota” que me pasó hace poco aquí en Valladolid viendo una obra de teatro. Fue curioso.
Sergio
lunes, 22 de noviembre de 2010
Todos los comienzos son difíciles.
Hola a todos, soy Sergio, un chico de Zaragoza que está estudiando Arte Dramático en Valladolid. He decidido abrir este blog para escribir todas mis reflexiones, conclusiones, inquietudes, etc. que me surgen a cerca del arte y la vida, dos conceptos muy amplios y abstractos.
Partiendo desde el punto de vista de que la mayoría de las cosas son relativas, diré que es imposible definir la palabra "arte" y la palabra "vida" sin que haya alguien que no esté de acuerdo. Pero eso es bueno. Toda opinión vale. Está bien debatir sobre un tema. Me gustaría que las personas que me lean expongan sus opiniones puesto que de todo el mundo se aprende.
¿Qué es arte? ¿Y que relación tiene con la vida?
Me gustaría aclarar que todo lo que exponga en este blog serán meras opiniones, ciertas o no, que para nada buscan un fin negativo. Aunque sí es cierto que me gusta mucho la crítica (siempre constructiva). La experimentación conlleva siempre crítica. Pero, ¿qué es la experimentación? Todas estas preguntas (y muchas más) llevan rondándome por la cabeza desde que empecé esta gran carrera, por eso las escribo.
Por último, me gustaría aclarar que me estoy convirtiendo en un amante de la estética. Es imposible que una obra de arte exista por sí sola. Necesita, como mínimo, dos puntos (de partida y de fin) que son: el artista y el espectador respectivamente. Y es ese segundo punto el que me llama la atención inmensamente. Os confesaré que este amor por la estética me lo está regalando mi nuevo profesor de Historia de las Artes del Espectáculo, un gran profesional y filósofo. Creo que me queda mucho por aprender de él.
En fin, me despido por hoy. Intentaré escribir siempre que pueda.
Sergio
Hola a todos, soy Sergio, un chico de Zaragoza que está estudiando Arte Dramático en Valladolid. He decidido abrir este blog para escribir todas mis reflexiones, conclusiones, inquietudes, etc. que me surgen a cerca del arte y la vida, dos conceptos muy amplios y abstractos.
Partiendo desde el punto de vista de que la mayoría de las cosas son relativas, diré que es imposible definir la palabra "arte" y la palabra "vida" sin que haya alguien que no esté de acuerdo. Pero eso es bueno. Toda opinión vale. Está bien debatir sobre un tema. Me gustaría que las personas que me lean expongan sus opiniones puesto que de todo el mundo se aprende.
¿Qué es arte? ¿Y que relación tiene con la vida?
Me gustaría aclarar que todo lo que exponga en este blog serán meras opiniones, ciertas o no, que para nada buscan un fin negativo. Aunque sí es cierto que me gusta mucho la crítica (siempre constructiva). La experimentación conlleva siempre crítica. Pero, ¿qué es la experimentación? Todas estas preguntas (y muchas más) llevan rondándome por la cabeza desde que empecé esta gran carrera, por eso las escribo.
Por último, me gustaría aclarar que me estoy convirtiendo en un amante de la estética. Es imposible que una obra de arte exista por sí sola. Necesita, como mínimo, dos puntos (de partida y de fin) que son: el artista y el espectador respectivamente. Y es ese segundo punto el que me llama la atención inmensamente. Os confesaré que este amor por la estética me lo está regalando mi nuevo profesor de Historia de las Artes del Espectáculo, un gran profesional y filósofo. Creo que me queda mucho por aprender de él.
En fin, me despido por hoy. Intentaré escribir siempre que pueda.
Sergio
Suscribirse a:
Entradas (Atom)